miércoles, 5 de enero de 2011

Arquitectura sostenible (I)

Hoy voy a dar algunas referencias, a título introductorio, acerca de un tema que considero que es una de las piedras angulares del desarrollo tecnológico y humano de nuestra sociedad. Debido a la cantidad de información que me gustaría divulgar acerca de este tema, he visto necesario dividir este post en tres partes, que publicaré a lo largo de estas tres próximas semanas. Este primer post, como veréis, está dedicado a introducir unas meras generalidades acerca de arquitectura y sostenibilidad.

La arquitectira sostenible se puede englobar en dos grandes ejes de actuación: agua y energía. Estos dos ejes, respectivamente, darán lugar a los otros dos posts que tengo programados, que serán de contenido más técnico que el que nos ocupa hoy, y cuyo objetivo será la introducción de las tecnologías existentes para la mejora de la eficiencia y la gestión de la energía y el agua en las grandes ciudades.

En primer lugar, querría hablar un poco del significado de la palabra sostenibilidad. Hoy en día es una palabra que está en boca de todos, pero mi intuición me dice que muchas personas la utilizan sin saber exactamente a qué hace referencia. Estoy seguro que, si preguntáramos por la calle el significado de esta palabra, la mayoría de gente nos daría alguna idea vaga relacionada con la preservación del medio ambiente. Pero las implicaciones de esta palabra que está tan de moda van mucho más allá.

Toda sociedad tiene unas necesidades y unos recursos limitados. Como vimos en el post de hace unas semanas, Los verdes nucleares, la sociedad tiene unas demandas energéticas que están creciendo. Sin embargo, los recursos con los que contamos para generar esta electricidad son limitados, y además dañan el medio ambiente. Generalmente, no existe forma de satisfacer una necesidad social sin que hayan daños colaterales, y precisamente ahí radica la dificultad de la ecuación. Necesitamos electricidad para vivir, pero todos los medios para proporcionarnosla son dañinos en mayor o menor medida.

Satisfacer demanada es desarrollo. Es bienestar social. Generalmente, se consigue mediante la innovación tecnológica. Pero la innovación tecnológica casi siempre arastra consigo  un gran vagón lleno de inconvenientes y de nuevos problemas a resolver.

La economía es la ciencia que se encarga de gestionar los recursos limitados para cubrir las demandas de la sociedad. Sin embargo, una sociedad que únicamente toma sus decisiones en base a criterios económicos puede llegar rápidamente a ocasionar desequilibrios sociales y medioambientales que, en muchos casos, serían irreversibles.

Una definición amplia de desarrollo sostenible, es la que se propone en el tercer principio de la Declaración de Río de Janeiro sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, de 1992:

"El derecho al desarrollo debe ejercerse en forma tal que responda equitativamente a las necesidades de desarrollo y ambientales de las generaciones presentes y futuras"

Esto quiere decir que debemos utilizar los recursos y desarrollar nuestras actividades de manera que no comprometamos el bienestar generaciones futuras. Es decir, al realizar nuestro desarrollo económico, social y tecnológico, debemos tener presente el impacto que tendrá en la Tierra, ya que es la Tierra que heredarán nuestros hijos. Y el concepto no sólo se refiere a impacto ambiental, sino también a impacto social.

Esta definición más amplia de la palabra sostenibilidad queda muy bien definida con el concepto de triple bottom line. Triple bottom line es, básicamente, un conjunto de criterios indicadores para medir el éxito de una organización (por ejemplo, una empresa). En el sector privado, el compromiso bajo criterios de triple bottom line es lo que recibe el nombre de Responsabilidad Social Corporativa, y su significado es el de que una empresa no debe preocuparse sólo del lucro económico, sino de otros factores como el capital humano, social y medioambiental.

La arquitectura sostenible consiste en aplicar criterios de sostenibilidad cuando se aborda el diseño de un edificio, teniendo en cuenta aspectos como su impacto sobre el medio, la reducción del consumo de agua, el ahorro de energía y el uso de generadores de energía renovables que incluso puedan devolver electricidad a la red, el uso de materiales de construcción que no sean perjudiciales para el medio ambiente (incluso en su etapa de fabricación), o la recogida selectiva de residuos. Los edificios diseñados siguiendo criterios de arquitectura sostenible reciben el nombre de edificios verdes.


España es un país líder en energías renovables, gracias a empresas como Acciona o Iberdrola. La sede de Acciona Solar o la Torre Iberdrola son buenos ejemplos del esfuerzo de estas empresas por edificar un modo de vida más limpio y sostenible. Otros edificios, como el Water Building Resort van más lejos en factores como la transgresora belleza de su futurista diseño arquitectónico, y en funcionalidades como la capacidad de convertir el aire en agua potable.

 

Durante las próximas dos semanas seguiré con el tema de la arquitectura sostenible. El próximo jueves os hablaré de las iniciativas y tecnologías que existen alrededor del mundo para hacer ciudades sostenibles en consumo de agua. Llamaremos a estas nuevas tendencias La Nueva Cultura del Agua. Y, al jueves siguiente, os daré referencias de las tecnologías que permiten el ahorro de energía  en edificios, y la generación de energía con fuentes renovables para hacer edificios autónomos que no generan emisiones.

Está lleno de personas que se dejan llevar por su desconocimiento para criticar la despreocupación de nuestra sociedad en hacer un mundo mejor. Pero esto es falso. Hay, actualmente, muchas iniciativas que pretenden encaminar a nuestra sociedad hacia un futuro mejor. La edificación sostenible es sólo una de ellas. Yo creo firmemente en que, a medida que nuestra sociedad avanza, se está haciendo un mundo más justo y mejor. Tengo esperanza en el futuro del hombre. Realmente la tengo. Dentro de 100 años seremos mucho mejores, habrá más paz y el hombre vivirá más en armonía con el medio ambiente. Todo gracias al progreso de la innovación tecnológica.

Siempre se escucha a gente que únicamente está preocupada en destruir ideas, en criticar iniciativas, en decir lo mal que van las cosas. Insisten en lo muy jodidos que estamos. Pero, creedme, no es gracias a esta gente el hecho de que nuestra sociedad avance. Ésa es una postura contraria al liderazgo. La visión optimista del avance tecnológico es la que nos va a llevar a un futuro mejor.

Invierte tu perspectiva.